Obiectus fascinans
El azar -podría decirse-, esta maravilla del encuentro con lo que viene sin esperarlo.
Observar un escarabajo así puede hacer sentir que es especial la misma ocasión de contemplar, del encuentro y quien lo encuentra, aunque sea de forma fugaz, como un lapsus de algo que podría estar en el fondo de la cotidianidad como extrañeza. Una gema, sin duda, nombre acertadísimo para un orden favorito entre los insecta.