¡Increíble! El árbol del que nacen 40 tipos de frutas

La imaginación del escultor Sam Van Aken, profesor de la Universidad de Siracusa, en Estados Unidos, ha transformado una antigua técnica de injerto en una creación de árboles que pueden dar más de 40 tipos de frutas de hueso.
No se trata de ciencia ficción. El árbol híbrido ya ha sido plantado en diferentes zonas de ese país como parte del proyecto Tree of 40 Fruit. Los injertos utilizados ofrecen diversos tipos de frutas, que incluyen melocotones, albaricoques, almendras y nectarinas, entre otras.
El “árbol de las 40 frutas” es producto del injerto, que consigue unir en un mismo árbol ramas de diferentes tipos de frutales. Durante la primavera, brotan del árbol frutas de colores púrpura y rosa. Cuando llega el verano, los frutos son de todo tipo.

El proceso del injerto requiere altas dosis de paciencia y se efectúa de la siguiente manera: se corta una parte de la rama con un brote de alguna de las especies que se quieran reproducir. A continuación, la rama se inserta en una hendidura del llamado “árbol de trabajo”.
En este punto, hay que envolverla con cinta adhesiva para que consiga cicatrizar, comience a dar brotes y logren crecer en su nueva rama.

Expandir la diversidad

En una entrevista con la cadena National Geographic, el artista afirmó que la idea del proyecto era sembrar los árboles en lugares donde las personas puedan encontrárselos. De hecho, ya ha sembrado decenas de árboles en diferentes lugares públicos de Estados Unidos. El profesor alega que este tipo de técnica es una forma de expandir la diversidad.
Aunque el proyecto genera árboles innovadores, la naturaleza se ha encargado de producir su propio arte a través de los singulares árboles coloridos que pueden ser apreciados en innumerables partes del mundo.
Decenas de estas especies pueden dejar sin aliento a cualquiera que las disfrute, como es el caso de las Glicinas en China, el Sangre de Dragón en las Islas Canarias españolas, o el Araguaney de Venezuela.
El profesor afirma que aprendió sobre los injertos cuando era un niño y observaba a su abuelo hacer lo mismo con otro tipo de frutas. Desde entonces, la meta de Van Aken ha sido tener un árbol que florezca con diferentes colores.
Con la agricultura de colores como marco, el ahora profesor fue involucrándose en este medio para crear un nuevo arte. Sus árboles pueden ser vistos en jardines comunitarios, colecciones privadas o museos.

Incrementar su belleza

Según el académico, la naturaleza puede ser manipulada para incrementar su belleza. Pero la iniciativa tiene un elemento en contra; para saber si un injerto ha sido exitoso, hay ocasiones en las que se debe esperar durante años.
Con el transcurso del tiempo, hay que tener especial cuidado con la poda y las zonas en las que se han colocado los injertos. Además, el árbol debe ser trabajado según el ciclo de crecimiento de cada fruta.
Al llegar la primavera, el árbol logra mejorar su belleza mediante las flores, que proyectan un espectro de colores vibrantes. Van Aken destaca que cada año que pasa es una sorpresa descubrir los nuevos cambios que evidencian los árboles.
Hay que mencionar que el artista “diseña” sus árboles; es decir, selecciona especies que florezcan y consigan producir frutos en diferentes momentos del año. La idea es aprovechar toda su belleza y potencial.
El próximo paso es colocar huertos urbanos con este tipo de árboles en todo el planeta.

Posted on 05 de março de 2018, 10:12 AM by oliviafdez84 oliviafdez84

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